Sra. Barnes
2 participantes
Página 1 de 1.
Sra. Barnes
Natalia lo tenía todo preparado. Llevaba años preparando lo que seria su obra maestra y ahora estaba segura de que nada podía fallar.
Durante años, se había dedicado a conquistar a los hombres más difíciles e inalcanzables del mundo, repartidos por todo el planeta. Banqueros, estrellas del pop, millonarios con herencias increíblemente llamativas... Todo para que su verdadero objetivo no se le escapara.
Pero este último no conisitía en un trofeo más, sino que era el premio gordo. Era el hombre del qeu llevaba enamorada desde niña, y de quien estaba segura que acabaría rendido a sus pies como tantos otros.
Lo que más adoraba Natalia de sí misma, lo que hacía que todos esos hombres caados y solteros hubiesen reparado en ella y aparte de su belleza, eran sus veintiun años. Sí, incluso después de todo ese tiempo de práctica, Natalia contaba con la tierna edad de veintun años. Pero por eso tuvo que empezar muy joven en su gran e impresionante carrera como amante.
Lo siguiente mejor, era que como Natalia alteraba su identidad a placer, ninguno de los que un día estuvo con ella en la cama sabíasu verdadero nombre. Ella se encargaba de que nadie la reconociera o la localizara por tenía por qué preocuparse.
Ahora, siendo rica, guapa, y viviendo en un chalet de tres plantas, su plan se acercaba peligrosamente a la perfección.
El punto gracioso de su conquista más preciada, era que no era extremadamente millonario, ni estaba casado, ni existía niguna barrera que los separara físicamente, ya que la distancia hasta Londres Natalia la cubría con su yet privado.
Y sin embargo, aunque practicamente medio mundo conocia a Natalia, o mejor dicho a Cristina, a Alicia, a Vanesa, o a cualquiera de las chicas en las que se había camuflado, ninguno sabía quién era ella en realidad porqué hacía aquello.
Solo una persona sabía de todo aquello. Se llamaba Dante, y era su amante favorito, por eso lo había conservado junto a ella aun años después de que dejara de ver a su padre, un apuesto italiano de 48 años dueño de la cadena de joyerías más conocida de todo el mundo.
Dante era un joven alto, moreno, con piel que parecía de terciopelo y que estaba como un queso. Tenia 27 años y no estaba casado. Aunque la intención de Natalia era sacarle todo el dinero posible a Richard, cuando vio a su hijo todo cambió. Él también se fijó en ella, y durante un tiempo la chica estuvo a la vez con el padre y el hijo, sabiendo solo el hijo que su chica estaba siendo compartida con otro hombre... con su padre, y a escondidas de su madre.
A todos los efectos, Dante era el novio de Natalia. Vivían juntos, y aunque él la amaba todavía, sabía que solo conseguiría de ella eporádicos besos y apasionadas noches de amor. El joven disfrutaba de su amada, aunque era consciente de lo mal que lo pasaba después...
Durante años, se había dedicado a conquistar a los hombres más difíciles e inalcanzables del mundo, repartidos por todo el planeta. Banqueros, estrellas del pop, millonarios con herencias increíblemente llamativas... Todo para que su verdadero objetivo no se le escapara.
Pero este último no conisitía en un trofeo más, sino que era el premio gordo. Era el hombre del qeu llevaba enamorada desde niña, y de quien estaba segura que acabaría rendido a sus pies como tantos otros.
Lo que más adoraba Natalia de sí misma, lo que hacía que todos esos hombres caados y solteros hubiesen reparado en ella y aparte de su belleza, eran sus veintiun años. Sí, incluso después de todo ese tiempo de práctica, Natalia contaba con la tierna edad de veintun años. Pero por eso tuvo que empezar muy joven en su gran e impresionante carrera como amante.
Lo siguiente mejor, era que como Natalia alteraba su identidad a placer, ninguno de los que un día estuvo con ella en la cama sabíasu verdadero nombre. Ella se encargaba de que nadie la reconociera o la localizara por tenía por qué preocuparse.
Ahora, siendo rica, guapa, y viviendo en un chalet de tres plantas, su plan se acercaba peligrosamente a la perfección.
El punto gracioso de su conquista más preciada, era que no era extremadamente millonario, ni estaba casado, ni existía niguna barrera que los separara físicamente, ya que la distancia hasta Londres Natalia la cubría con su yet privado.
Y sin embargo, aunque practicamente medio mundo conocia a Natalia, o mejor dicho a Cristina, a Alicia, a Vanesa, o a cualquiera de las chicas en las que se había camuflado, ninguno sabía quién era ella en realidad porqué hacía aquello.
Solo una persona sabía de todo aquello. Se llamaba Dante, y era su amante favorito, por eso lo había conservado junto a ella aun años después de que dejara de ver a su padre, un apuesto italiano de 48 años dueño de la cadena de joyerías más conocida de todo el mundo.
Dante era un joven alto, moreno, con piel que parecía de terciopelo y que estaba como un queso. Tenia 27 años y no estaba casado. Aunque la intención de Natalia era sacarle todo el dinero posible a Richard, cuando vio a su hijo todo cambió. Él también se fijó en ella, y durante un tiempo la chica estuvo a la vez con el padre y el hijo, sabiendo solo el hijo que su chica estaba siendo compartida con otro hombre... con su padre, y a escondidas de su madre.
A todos los efectos, Dante era el novio de Natalia. Vivían juntos, y aunque él la amaba todavía, sabía que solo conseguiría de ella eporádicos besos y apasionadas noches de amor. El joven disfrutaba de su amada, aunque era consciente de lo mal que lo pasaba después...
dorian8- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 24/10/2009
Edad : 30
Localización : Sevilla, España.
Re: Sra. Barnes
oh!!!!!!!!......adoro a Natalia...jejejeje
fanben- Mensajes : 2882
Fecha de inscripción : 17/08/2009
Re: Sra. Barnes
2º capítulo:
Era de noche, Natalia dormía con su delicada figura apoyada sobre el pecho de Dante, con quien acababa de hacer el amor.
Su sueño era tranquilo y eso al joven lo calmaba. La miraba, aquellos parpados cerrados y ahora sin maquillaje eran su pesadilla echa realidad. Marrones e hipnóticos abiertos, sinceros e inocentes cerrados.
Dante temía por los momentos como aquel, que ambos podríian vivir juntos a partir de ese momento. Natalia, se iba acercando a lo que ella de verdad quería. A un tipo que no era capaz ni de entrar de lleno en el mundo del cine, pero que captaba por completo la atención de la mujer de ojos peligrosos.
No lo entendía. Ella siempre había sido fra, no se dejaba manejar por los sentimientos sino por la cabeza. No es que ahora no fuese alculadra y tremendamente letal para el romanticismo, pero con ese tal Ben era distinto. Él era una presa demasiado fácil para ella, pero aun así le emocionaba conseguirla y se tomaba molestias innecesarias con el actorcito... en aquella aparente calma, Dante estaba siendo devordo por los celos, pero nada podía hacer salvo seguir callado. Sabiendo que él era más rico, y probablemente más guapo, pero sin conseguir un solo sentimiento verdadero por parte de Natalia... Una vez más, la respuesta estaba en que él no era nada para Natalia.
Suspiró. Su mano acariciaba los cabellos lisos de Natalia, y su corazón palpitaba inquieto. Quedarían unas cuatro horas para el amanecer, y Dante presentía que iban a ser eternas.
Miró el reloj que había sobre la mesita de noche de su lado de la cama, marcaba las 3.07 am. Dante cerró los ojos y suplicó que el tiempo pasara deprisa, pero no suponía lo que aun le quedaba por esperar...
Era de noche, Natalia dormía con su delicada figura apoyada sobre el pecho de Dante, con quien acababa de hacer el amor.
Su sueño era tranquilo y eso al joven lo calmaba. La miraba, aquellos parpados cerrados y ahora sin maquillaje eran su pesadilla echa realidad. Marrones e hipnóticos abiertos, sinceros e inocentes cerrados.
Dante temía por los momentos como aquel, que ambos podríian vivir juntos a partir de ese momento. Natalia, se iba acercando a lo que ella de verdad quería. A un tipo que no era capaz ni de entrar de lleno en el mundo del cine, pero que captaba por completo la atención de la mujer de ojos peligrosos.
No lo entendía. Ella siempre había sido fra, no se dejaba manejar por los sentimientos sino por la cabeza. No es que ahora no fuese alculadra y tremendamente letal para el romanticismo, pero con ese tal Ben era distinto. Él era una presa demasiado fácil para ella, pero aun así le emocionaba conseguirla y se tomaba molestias innecesarias con el actorcito... en aquella aparente calma, Dante estaba siendo devordo por los celos, pero nada podía hacer salvo seguir callado. Sabiendo que él era más rico, y probablemente más guapo, pero sin conseguir un solo sentimiento verdadero por parte de Natalia... Una vez más, la respuesta estaba en que él no era nada para Natalia.
Suspiró. Su mano acariciaba los cabellos lisos de Natalia, y su corazón palpitaba inquieto. Quedarían unas cuatro horas para el amanecer, y Dante presentía que iban a ser eternas.
Miró el reloj que había sobre la mesita de noche de su lado de la cama, marcaba las 3.07 am. Dante cerró los ojos y suplicó que el tiempo pasara deprisa, pero no suponía lo que aun le quedaba por esperar...
dorian8- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 24/10/2009
Edad : 30
Localización : Sevilla, España.
Re: Sra. Barnes
pronto, en cuanto termine de escribir el nuevo capítulo, lo subiré para qeu todas lo leais. Creoq eu la historia está bien, aunque nose si sabré escribirla. Aun así, tenies dos para elegir... La elección está en vuestras manos...
dorian8- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 24/10/2009
Edad : 30
Localización : Sevilla, España.
Re: Sra. Barnes
ok...yo me estoy leyendo las dos
fanben- Mensajes : 2882
Fecha de inscripción : 17/08/2009
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|