O.O GRACIAS A UN ERROR O.o

La noche era fría y oscura, por la ventana solo veía las gotas de lluvia resbalar por el cristal. El bosque estaba más triste que nunca, me sentía completamente sola, ni un solo animal que me dedicara unos minutos de su tiempo para curiosearme. Solo yo en aquella gran cama tan lujosa como solitaria.

Ni un amigo en mi memoria, solo mi oso gris de peluche que seguía estando junto a mí cuando dos horas después seguía contemplando la tormenta. Llevábamos así varias semanas, nunca había sido tan exagerado, ni el viento tampoco tan fuerte. Solo deseaba que todo terminara, hacía días que no veía a Frankie, él era lo más parecido a un amigo que tenía. Aunque él no me conocía, yo estaba junto a él en cada esquina, en cada momento, conocía a todos sus amigos y a su familia, incluso sabía que le gustaban mucho los conejos.

Tenía la certeza de que mi padre estaría despierto, pero pensaba en la cantidad de pasillos sin luz que debía cruzar para encontrarlo, y no era capaz de mover un músculo. Y el dolor de cabeza tampoco ayudaba. Solo jadeaba, por el miedo, por la sensación de vacío que había dentro de mí. Todos tenían a alguien, y yo solo tenia a mi padre, pero cuando quería que él estuviera conmigo estaba ocupado. Trabajaba mucho, pobrecito, pero aun así no me gustaba.

Mire al oso que estaba en mis brazos y le pregunté:
- ¿Si te llevo conmigo, llegaremos?

Su silencio me sirvió de respuesta, y juntos emprendimos el camino por la gran casa del bosque, la única que quedaba tan lejos del pueblo.
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Cada parte de mi cuerpo temblaba de miedo, no importaba lo pequeña e insignificante que fuese. Me sentía sola entre aquella oscuridad, y no hacía más que imaginar horribles monstruos a mi alrededor. Monstruos que esperaban ansiosos para saltar sobre mí n cuanto abriera los ojos y encendiera la luz.
Y no era la única que tenía miedo. Podía sentirlo, era como otro de aquellos presentimientos. En ocasiones, cuando me concentraba mucho, podía saber lo que estaba pasando con alguien a quien quisiera. Pero solo con personas a las que quería, como mi padre o Frankie, incluso con las ardillas y los cervatillos del bosque, con los que jugaba cuando hacía sol. Aquello era un encierro, estar así…

- ¿Papá? – lo llamé.

Era imposible que me escuchara estando tan lejos, peor también era llo que más deseaba en aquel momento. Mi mente… No era capaz de hacer nada, solo tenía aquella sensación, aquel sentimiento de que lago le pasaba a Frankie. Era extraño… Como si fuera un sueño de él, pero en el sueño había cosas extrañas, seres que no existían… Solo había eso y un profundo dolor, como un pinchazo en diferentes partes del cuerpo que yo también sentía.

- Papá… - jadeé.

Poco a poco, cuanto más me adentraba en aquel que Frankie sentía, mis fuerzas empequeñecían. Apretaba a l oso junto mí, era mi único consuelo en mitad de todo aquel caos. Los truenos se escuchaban fuera, era como si de repente la gran casa del bosque no fuera más que una casita de madera. Me sentía frágil, sentía que iba a romperme en cualquier momento, incluso acabé de rodillas en mitad del pasillo. Pero me puse en pie y continué bajando las escaleras para llegara la habitación de mi padre.

No era su dormitorio, peor donde trabajaba, y donde se pasaba la mayor parte del día. Tenía prohibido entrar allí, pero era una urgencia. No me importaba que me riñera por ser débil, solo quería estar junto a él y abrazarme a su pierna sin que nada ni nadie me separar de allí, de mi hogar, de mi única familia… Quería llorar, pero pensaba e los gritos de mi padre si me veía hacerlo y rectifiqué. En lugar de eso, apreté al oso con más fuerza.

……………….

Y de repente, la puerta se encontraba ante mí. Nunca había llegado tan lejos, nunca había osado enfrentarme a mi padre de ese modo. Él era fuerte, inteligente… Era un genio, y yo solo una niña asustada que ni siquiera había cumplido los ocho años. Si algo había aprendido, era que en aquella casa los débiles no existían. Por eso mi madre nos había abandonado, por eso mi hermano escapó… No soportaban la fuerza que emanaba de nosotros, o eso decía mi padre.

La abrí, no era momento de pensar demasiado, sino de actuar. Ante mí se encontraba una escalera que descendía, era pequeña y de piedra… No sabía que existía…

Con cuidado, y miedo por supuesto, descendí por ella. Al llegar abajo, había un pasillo aun más grande que los otros, también de piedra. Mis pasos no sonaban porque iba descalza. Había aprendido a ser sigilosa, a mi padre no le gustaba el ruido, lo desconcentraba.

De nuevo los monstruos en mi cabeza, de nuevo aquella sensación de que Frankie sufría, que era incluso más fuerte que antes. Me costaba respirar, pero no me importaba, todo se acabaría cuando estuviera con mi padre, porque él era fuerte y me protegería.

Avancé el último tramo, apenas quedaban unos metros para llegar a la puerta de madera que había al final del pasillo. La tensión aumentaba, pero mis pasos se aceleraban al mismo tiempo.

Giré el pomo suavemente, me detuve para respirar, no sabía lo que mi padre me podía decir. Y entonces, lo vi.

La habitación era pequeña, y estaba llena de estanterías con frascos y muchos, mucho libros. Apenas quedaba espacio para nada más, y sin embargo había algo más. Estaba él, mi padre, con los ojos cerrados, daba la impresión de que haciendo un gran esfuerzo, pero algo más aterrador estaba junto a él…

Era Frankie, mi amigo, como flotando en el aire, y con los ojos cerrados. Parecía dormido, pero sobretodo parecía que sufría, sudaba y temblaba violentamente.

Sin poderme controlar, abrí la perta del todo y miré a mi padre con lso ojos llenos de lágrimas.

- Papá, ¿qué estás haciendo? Y, ¿qué hace él aquí?- pregunté tirando al suelo el osito que me había acompañado durante todo el camino.

En ese mismo instante, Frankie cayó al suelo de golpe, y mi padre me dirigió una mirada que me congeló el alma… Nunca lo había visto así, pero no me importaba.

wow.... que chevere

¿Te gusta? Me alegro porque he visto varias visitas pero ningun comentario, y los comentarios son lo que me ayudan a saber si ha valido la pena entrar y leerlo.

si ps...pero aun asi yo sigo mi historia...

- ¿Papá?¿Porqué está Frankie aquí? Su casa queda muy lejos.

- Cariño, ¿cuantas veces que he dicho que no entres aquí?- exclamó fingiendo una sonrisa.- Me has interrumpido.

- Sigo sin entender nada... ¿Porqué está Frankie aquí? - repetí.

- Miranda, no tendrías que estar sola más tiempo. Estoy haciendo que puedas jugar con este niño, voy a cumplir tu deseo. Mi vida, vas a tener un amigo de carne y hueso.- respondió suavizando su expresión.

- ¿De verdad?- sonreí.- ¿Cómo? ¿Él te lo ha dicho?

- Lo hará. contestó abrazandome.- Mi niña pequeña no va a estar aburrida nunca más.- añadió besando mi frente.

- Gracias,, papá.- dije feliz.- Gracias... Pero, ¿porqué está dormido?

- Miranda, tu amigo me ha enseñado algo, algo que tu y yo tenemos pero que los demás no. Podemos hacer milagros, lo que queramos... - eclamó mirándome a los ojos. Había chispas en los suyos, nunca lo había visto así.

- ¿De qué estás hablando, papá?

- Te estoy hablando del motivo por el que tu madre quiso dejarte conmigo, omos iguales, cielo. - respondió.- Tu cabeza... haces cosas, tu mente es sumamente poderosa si aprendes a usarla, y yo te enseñaré.

- ¿Cómo? ¿Mi cabeza? Sí, me duele pero... Papá, quiero que Frankie despierte y quiero que lo haga ahora.- protesté.

- Cariño, eso lleva su tiempo. Manipular una mente... Tampoco queremos que le pase nada, ¿no?- contestó.

- No.- negué.- Solo quiero jugar, papá. Quiero que venga conmigo a mi cuarto para no tener miedo.

- Miranda, me tmeo que no. Para que ésto salga bien, debes estar con él aquí, todo el tiempo que dure el proceso. - dijo acariciando mi mejilla.- Será fantástico, te dormirás y al despertar lo tendrás todo.

- ¿Qué? Papá, yo...

No pude decir nada más. Mi padre me sostuvo con fuerza frente a sus ojos tan negros como los míos, y pronto, todo se volvió difuso. Priero sentí un cosquileo en mi cabeza, pero dentro, y después imaginé una playa con arena fresca y cómo las olas bañaban mis pies mientras el canto del viento llegaba a mis oídos.

Gracias. Cuando pueda subiré el siguiente estoy liada con los estudios.