Capitulo 1 "Recuerdos Olvidados"

Sara Owens y Andrew Betancourt eran un matrimonio feliz, para ese entonces tenian una hija; una niña de de cabellos rizados y cobrizos, de ojos verde pálido y piel blanca.
Se llamaba Cristalline y era una niña encantadora. Sin embargo la felicidad no duro mas de tres años. Cuando Cristy hubiera cumplido dos años de edad sus padres se divorciaron.
Ella se fue a vivir con su madre a la ciudad de Vancouver en Cánada, mientras su padre se quedaba en Quebec.
El tiempo paso tal como pasan las nubes en el cielo, pues justo cuando Cristalline cumplio siete años, su madre prometio llevarla de vacaciones con su papá, para esos dias todo iba bien, su madre trabajaba como pediatra en un hospital clínico y la gran ciudad que la rodeaba no se comparaba con las pequeñas cabañas de veraneo en Quebec.
Luego de haber viajado una hora y media en avion, el viaje continuo en auto, Cristy estaba ansiosa de ver a su padre pues llevaba casi cinco años sin verlo y todo niño de esa edad ansia tener el cariño natural de un padre a pesar de todo.
Mientras viajaba, miraba la ventana y como esta se empañaba debido a la niebla y viento frío, a Cristalline le gustaba posar sus manos y formar divertidas figuras mientras cantaba una cancion que desde pequeña le habian enseñado. La repetia una y otra vez y sin darse cuenta llegaron a su destino, pero cuando por fin le cayo el veinte bajo corriendo del auto y sin saludar a nadie se dirigio al jardin, corto todas las flores que pudo; como los sirvientes la conocian nadie se atrevio a decirle algo. Se sabía de memoria el recorrido que llevaba al despacho de su padre y ahí se dirigio, sin tocar la puerta entro y sonrio, pero las manos le temblaron cuando vio a su padre portando una pistola que apuntaba a su cabeza.
-Papá- susurro asustada
Él la miro y cerró los ojos.
...Se escucho un disparo, las flores cayeron de sus manos y gritó.


Cristalline Betancourt desperto a las ocho de la mañana del lunes cuatro de agosto, jadeaba y de sus ojos salian lagrimas. Habia tenido una pesadilla: contemplaba a los siete años el suicidio de su padre. Desde entonces habían pasado quince años y sus pesadillas eran más frecuentes pero siempre soñaba lo mismo. Miro su despertador y salto de la cama al notar que solo le quedaban veinte minutos para alistarse e irse a trabajar.
Trabajaba en el FBI, en los Angeles California.
Se baño, se vistio y solo le dio un mordisco al pan y un sorbo al jugo y y salio corriendo hacia su auto, y se dirigio a las oficinas.
Mientras manejaba no pudo evitar pensar en su pesadilla; que tiempo atras habia sido una realidad.
El disparo despedazo el craneo de su padre, salpicando sangre en la pared; su madre habia entrado en la estancia, ahogo un sollozo y abrazo a su hija que lloraba freneticamente entre sus brazos. Cristalline cerró los ojos mientras estaba la luz roja.
LLegó a las ocho cuarentade la mañana a la oficina, tomo su bolso y un par de carpetas y mientras subia las escaleras choco sin querer con Indira, su mejor amiga.
-LLegas tarde Cristy, es inicio de semana relajate- le dijo ella
-No tengo humor para trabajar, pero bueno...¿Ha dicho algo el parasito mantenido ese?- dijo Cristalline
-Si, quiere verte en su oficina- respondio Indira refiriendose al jefe de ambas.
Era un hombre brusco, grocero, y altanero pero aún así ostentaba una placa de policia.
Cristalline suspiro y entro al cuarte. Coloco sus cosas en su escritorio y camino hasta la oficina del jefe. Toco suavemente a la puerta.
-Pase- respondio el hombre en tono molesto
-Indira me dijo que quería verme- respondio ella
-Sientese Betancourt. Más que verla quería arreglar cuentas con usted- rugio el tipo
En su escritorio se encontraba un título con todo y nombre: Roberto Matherson
Cristalline no se sento, se limito a mirarse las palmas de las manos e ignorar al inspector.
-No se siente entonces...quería informarle que el jueves por la tarde el jefe superior ordeno una junta de agentes investigadores para un caso- dijo alzando los pies en el escritorio
-¿Es todo?- pregunto ella
-Pues...no, por ahí me han dicho que esta deprimida. No es que me importe pero por Dios es usted una mujer muy guapa para aparentar que es una anciana que jamás se divierte- dijo
-¿A fumado algo nuevo jefe?- le pregunto ella
-No se atreva a levantarme falsos o se larga de aquí-
-Con todo respeto inspector es usted un hombre demasiado vulgar y corriente como para ser un policia profesional-
-¡No la consiento! ¡Larguese!- le grito
-Bien- dijo ella dandose la media vuelta
-¡Espere! Lo que le dije es porque por ahí dicen que soy un avaro injusto y no doy dias de descanso que por eso mis agentes se ven demacrados, haga el favor de mejorar su aspecto Betancourt- le dijo con mirada retadora
-Si eso es todo señor Matherson yo me retiro- dijo saliendo de la oficina.
Se sentó al pie del escritorio, cruzo los brazos por encima del escritorio y bajo la cabeza.

me gusta tu historia ...que pena lo de su padre...a mi no me gustaria que me pasara algo asi